¿Pero funciona o no?

Oye, E.

La felicidad de estar contigo es solo comparable con la sensación de comer mandarinas dulces: me suda la nariz, pero merece la pena el sabor.

Mato.

Siempre creí que el efecto de la lluvia en las películas era muy falso y forzado, surrealista, pero desde que oigo llover en Santiago, creo que todo es posible. Es como darle una manguera a presión a un niño y que se le vaya de las manos y luego le baje la presión y se le vuelva a ir de las manos y se harte. Entonces, en lugar de una manguera, coge cubos de agua y los echa sobre los tejados de forma persistente pero no homogénea.

¡Qué alto!

Entre la prohibición y la timidez no hay quien lo haga.
Torpe.
Mona y sin más. Morirías.

No más lo siento, pero lo siento, este es necesario.

La soledad de la buena comida. La neurosis sin motivo tampoco ayuda.
Ayuda, me ahogo.

"Buena suerte."

Dos hemisferios. En uno me dan dulces; en otro me dan incertidumbre.
Surrealista.