Hola,
Comienza alguna etapa nueva. Eso
parece. Por eso he vuelto a este diario abierto que siempre me recibe tan
amigablemente. Aunque sea yo la anfitriona, nunca se puede dar por sentada la
hospitalidad de quien te intenta sabotear constantemente. Sí, soy yo.
Soy. De alguna forma. Estoy en
perpetuo descubrimiento de quién soy. Hay tantas cosas que tengo claro que no
soy, lo que me da una pista de a dónde quiero llegar. Y al mismo tiempo, estar
escribiendo esto, sintiendo que no hay un espacio propio en el que ser, sobre
un escritorio destartalado, en una habitación ajena, con mis cosas en cajas y
bolsas, teniendo que reafirmar continuamente quien soy, me dan
las razones para querer salir de aquí.
Todo el esfuerzo que haga ahora,
en estas circunstancias que yo considero pésimas, cuenta el doble. O esa es mi
concepción. Pero intento no caer en la autocompasión. Otros han llegado más
lejos con menos. Lo positivo es que tengo claro cuál es mi meta. Solo espero
que los medios que tengo sean suficientes.
Nada es una carga si sabes como
aprovechar su peso en tu beneficio.
No te hagas tampoco la dura,
sabes que la consecuencia directa y el deseo oculto detrás de todo esto es
tener una habitación propia, para ti y para los tuyos. Para que tengan un
desarrollo pleno, sin carencias ni excesos de azúcar.
Espero vernos más a menudo por
aquí. Con los cambios y actualizaciones que se vayan produciendo.