"No intentes cambiar tu pasado. Vive tu presente y edifica tu futuro con dicho pasado como cimiento." (E.)

martes, 23 de febrero de 2016

Hay veces que otros hacen de mis pensamientos palabras que yo nunca hubiese llegado a escribir. Tan profundas y tan tenues. Parecen taladrar mi cerebro. Con algodón. Y averiguan lo que siento, lo que pienso, lo que lloro y río y lo convierten en poemas que nunca te dedicaré. En un suerte de indirecta certera y cierta que brota de la noche y te aparece por el día.

No cambies. O no lo soportaré. No te vayas. O contaré las noches con la espalda desnuda contra la pared.

Ridículo rumor y rubor después de tanto tiempo. Después de tanto tiempo, fechas y momentos parecen sombríos, sin importancia real, sin ilusión, sin recuerdos siquiera que conmemorar. Tanto tiempo después y tan cerca de la mortalidad cuando al principio nos creíamos inmortales. No como aquella vez que lloré porque te morías después de extasiar. El spleen está apareciendo y no parece importar. Y quien sabe cuando leas esto cuán identificado o alarmado estarás.

"He didn’t buy flowers.
But one night he just picked up the hair brush off the bed and started brushing my hair." Theresa Taylor.

Y esto es lo que de verdad importa. Es lo que de verdad pasa.