Let's go to Tokio.
Me pongo enferma solo de pensarlo. Es que, ¡por Dios! Es inevitable...
Mix, mix, chocolate.
Alucina, alucina, pero déjalo pasar.
Suenan tan bien...
¿Cómo es que no fue de aquella manera? Podía haber sido distinta. Pero después de todo, ocurrió porque fue así, de modo que no te ralles.
Divagaciones y malos pensamientos subidos a un tren lleno de olores.
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