Santiago es de esas ciudades en las que hay que mirar hacia arriba.
Y ahora que pasa el tiempo, tengo claras dos cosas. La primera, que con la lluvia todo se aprecia diferente. Y la segunda, que ya no soy tan individuo extraño como para no encontrarme con conocidos por la calle.
Eso sí, todas las calles llevan a la Catedral.
"No intentes cambiar tu pasado. Vive tu presente y edifica tu futuro con dicho pasado como cimiento." (E.)
miércoles, 15 de octubre de 2014
Todo se aprende.
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