Ahora todas las canciones, buenas y malas, hablan de nosotros.
¿Prosperaremos? Porque tener la razón es terrible. El nudo de la cabeza a los pies es obsesivo ya. Parece que lo que teníamos estaba mal construido. Y la crisis de suministros también afecta a esta reforma emocional. No hay tiempo estimado de finalización. Y da rabia porque las expectativas se han trastocado. Ya no somos los mismos.
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