O si me dijese que le gustaría tener un Dalmata, un Bulldog o un Husky, le haría sitio en mi cama, a mis pies si me dijese que no me va a pasar nada.
O si me dijese que se tiene que ir, pero que volverá, yo le esperaría sonriendo si me dijese que no le va a pasar nada, porque sabría que volvería, pero no sabría cómo.
O si simplente me dijese que la pareja de pingüinos norteños, fuego y hielo, pero pingüinos, se va a separar, yo confiaría en él, sin cuestionarlo, y en que, si se diese el caso, él sería feliz.
Y aunque a veces vaya de valiente, muchas veces estoy cagada del miedo, porque me da la impresión de que siempre recibo más de lo que doy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario