Entre todo esto, pienso. "Espera, estoy pensando. Vale, ya acabé." Y sigo pensando. Hoy se han roto varias cosas. Hoy han sido muchas primeras veces. Hoy ha habido sinceridad y confianza. Sí, éso. Han habido sinceridad y confianza. Y muuucha amoralidad.
Tengo las uñas pintadas de azul, pero hay una ínfima mancha en mi camista que demuestra que de alguna parte de mi preciosa anatomía ("Lo siento, me tropecé contigo.-cosas ininteligibles de borracho.- Aprovecha, es preciosa."), emanan nimias cantidades de fluídos rojos.
-Oh, Aloxi, ¿te queda algo de moral/dignidad?- Preguntó con arrogancia la mujer.
-Mientras no se mire, no es delito. O algo así era, mi memoria no funciona muy bien con sueño y frío.-Respondió con voz calmada y restándole importancia.
-Entonces, señorita, muy buenas noches. Sueñe usted con su banco. Y con la luna, que estaba realmente hermosa.
-Buenas noches tengáis vosotros también.- Dijo Aloxi con sencillez pero con su gran sonrisa característica. Se marcharon en direcciones contrarias y ninguno de los tres se imaginaba que se volverían a encontrar en una tienda de golosinas mientras Aloxi le dedicaba una expresiva mirada a ella.
Fin de lo que puede ser una interesante novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario