Oh, Yeah.
El vicio llamaba, insistía, incitaba, y nunca, nunca, nunca los dedos fueron tan apetecibles. Al parecer, la clase de historia se prestaba a impulsar el desbocado deseo de perder, mas las ansias ocultas impidieron que se acometiera contra el principio primero de aquella irregular apuesta.
Una fuente de alimentación.
a)
b)
c)Calquera motivo.
Podía haber sido un violador al que le resultase gracioso, claro.
Me dicen que soy como las letras de Vetusta Morla y Los Beatles.
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