Sinceramente, me siento tan mierda ahora, que si me negasen el vaso de veneno que pedí, me bebía mi propia corrosión.
Me siento tan mierda, que, de repente, me asqueo.
Y, ¡Dios! ¿Qué coño? ¿Y si te quitas todas las putas pulseras y procedes a golpearte repetidamente contra una pared?
Imbécil
No hay comentarios:
Publicar un comentario