La gente hace preguntas, de toda clase, y no siempre soy tan espontánea como para responderlas.
Odio que las conversaciones tengan que ser forzadas. Eso de "Cuéntame algo" por chat se me hace desquiciante. Es como si me viese obligada a formular, cual máquina, un tema de conversación, el cual suele ser poco espontáneo y atolondrado.
Y sí, me acabaré deshinchando de continuar con el ritmo de suspiros que llevo.
Que te hagan sonreír cuando ves todo asquerosamente gris o negro o rojo o verde (colores, pfff, solo son eso).
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